viernes, 10 de diciembre de 2010

LABOR INCOMPRENDIDA. EL MAESTRO


A ti recordado maestro D. José Araúz, va dedicado este humilde artículo.

Sé que estás ahí. Sé que estas gozando de la presencia Divina. Que sientes que mi corazón está henchido de gratitud hacia ti. Tú fuiste el que me enseñó a escribir y a leer. Tú me instruite. Tú fuiste la piedra angular que me formó como persona, que me diste todo el cariño y tu magisterio sin recibir nada a cambio. Fuiste una persona íntegra, comprometida y responsable. Fuiste MAESTRO de los MAESTROS. Gracias carísimo D. José. Si algún día nos encontramos allá en la Eternidad me fundiré contigo con un abrazo inmenso. ¡VA POR TI...!
"Con frecuencia nos encontramos en los medios de comunicación escrito y audiovisuales, la mención del acto de colocación de la primera piedra de la construcción de un pabellón deportivo, de una autovía o de un pantano, donde los políticos de turno se lucen, trajeados, para hacerse la "foto" protocolaria y salir en portada de los periódicos. Se da la circunstancia, que esto de la primera piedra e inaguraciones de cualquier tipo se da ¡qué casualidad! en épocas electorales. Es obvio que los votos son los que cuentan.
Ante estos acontecimientos, común en la vida pública, a los que se les da relieve y trascendencia, debemos reflexionar, con humildad y sencillez, en un hombre, abnegado, que renuncia a su propio interés en beneficio de su trabajo, que hace más, muchísimo más, que impulsar obras y edificios: Los construye él mismo, moldeando con dedos de lujo, los más nobles materiales. Configurando con estilo armónico qué arquitecto alguno haya podido jamás manejar: LA INTELIGENCIA Y EL CORAZÓN de un NIÑO, cuya posibilidades de desarrollo son insospechadas.
Su lugar de trabajo no guarda similitud con el espacio amplio y suntuoso de un arquitecto, sino de una modesta escuela rural. En ella, el más rico y valioso material: El NIÑO, con las manos inmaculadas y la mente rebosante de virginidad, pero con un papel en blanco, sin nada escrito. Toda su capacidad intelectual, todo su potencial humano están abiertos, como un jarro de agua espera una rosa, una flor recién cortada. En la mirada alegre, transparente, diáfana del niño, existe una esperanza, que una mano diestra lo conduzca a llenar su alma de saberes.
Aquí nos encontramos con un auténtico artífice, un prestigioso director de orquesta, que con su magistral batuta conduce y ama a los hijos de quienes han puesto su confianza y responsabilidad en su humilde y altísimo magisterio: EL MAESTRO.

Conoce de sobra todo el sacrificio, la entrega que su profesión implica; pero no se amilana ante tal circunstancia; por el contrario, recibe grandes dosis de ilusión y está pronto y solícito a llevar a cabo su abnegada e ímproba tarea. El maestro coloca, instala, su primera piedra para edificar, no un inmueble, sino un niño para completar y pulir su carácter.
Si nos congratulamos cuando se va a realizar una determinada obra para un bien social y se anota la fecha con datos precisos del acontecimiento ¿cómo no estar exultante, con emoción y respeto, a esta cotidiana colocación de la primera piedra, no de un edificio de material enriquecido, sino de un "edificio" con cerebro, corazón, espíritu, inteligencia y voluntad que es sencillamente, un SER humano?
Maestro, desde esta atalaya donde resido, quiero rendirte mi homenaje entrañable de gratitud y respeto. A ti, estimado maestro, "hacedor de hombres" te debo lo que soy. Muchas gracias."

3 comentarios:

  1. Buenas Noches Bernabé, somos Ana y Julio de Badajoz.
    Por fin hemos tenido tiempo de comentar tu blog, que nos ha parecido correcto, muy visual y de contenido facil. Los textos son buenos y las fotografias muy adecuadas, ademas escribes muy bien, enhorabuena.
    La carta al Maestro, mi abuelo Jose, es preciosa y muy emotiva. Ya en la familia sabiamos de las vfirtudes de mi abuelo como persona y como profesional, pero es emocionante saber que sus alumnos tenian tambien esta percepcion de el y que tras tantos años le recuerdan con tanto cariño.
    A ver si pronto nos vemos, nos hace mucha ilusión conocerte y que nos enseñes el pueblo.
    Un abrazo de Ana y Julio desde Badajoz.

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  2. Yo también recuerdo a Don José y precisamente hace unos dias, lo he mencionado en mi blog.

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  3. Me ha gustado mucho el comentario que haces de D. José Arauz Bayo, fue un gran MAESTRO en nuestro pueblo, auque yo no estuve con él

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