martes, 3 de junio de 2014

ESTA NOTICIA NO LA PROCESA MI CEREBRO...




Los papas Juan Pablo II y Juan XXIII han pasado a la categoría de santos sin cumplir el reglamento correspondiente. ¿Estoy confundido con esta afirmación?
¿No existen unas reglas para aquellos aspirantes a los altares que tienen que cubrir el proceso de beatificación antes de someterse a la entronización o en su defecto existen las cacareadas (en esta sociedad que nos ha tocado vivir) “influencias y recomendaciones”?
¡No me lo explico! ¡No entiendo nada! Si pudiesen emitir un razonamiento lógico a esta cuestión, os lo reconocería. Gracias.
Mientras tanto la incertidumbre la tengo por compañera y expongo mi argumento:
El siervo de Dios Fray Leopoldo, capuchino, nacido en Alpandeire (Málaga) y falleció en la ciudad de Granada tras una larga enfermedad, en la que brillaron más sus acendradas virtudes, el día 09 Febrero de 1956, tras medio siglo de residencia en la capital de la Alhambra. Fue ejemplo de austeridad, candor y humildad, consagrando su vida a los menesterosos. Su consigna: trabajar, solicitando de puerta en puerta limosnas para aquellos que carecían del sustento diario. Se cuentan por decenas los favores concedidos por su intercesión.
Su beatificación se produjo recientemente en Granada a los 53 años de su muerte.
¿Ahora tendrá que estar en “lista de espera” el beato Fray Leopoldo otro diez lustros para entronizarlo como santo mientras a los aludidos pontífices fueron en “línea directa”?

Cómo indico en el titular de este artículo estas cuestiones de la curia romana, no lo procesa mi cerebro...? ¿ ...y a TI?