domingo, 16 de diciembre de 2018

UN PREGÓN CON GARRAS

     
       En una noche desapacible, lluvia y temperatura gélida, no invitaba a salir de casa. 
       No obstante la Iglesia parroquial de Higuera de la Sierra (Huelva) presentaba un aspecto con el aforo cubierto, lleno hasta los topes, de expectación.
       Por primera una vez iba a cubrir la senda del PREGÓN de la CABALGATA DE REYES MAGOS una joven, licenciada en filología hispánica, funcionario de carrera, higuereña de pro, poseedora de un carisma especial encantador, implicada en todo lo concerniente al ACONTECIMIENTO más singular y preciado por todos los que configuramos esta parcela urbana. Su nombre muy común en este ámbito, Prado, pero como PRADO ARTEAGA sólo ella tiene el privilegio de poseer.
       Fue desglosando con tanta delicadeza el desarrollo del pregón, puso tanto mimo y caricia en sus palabras que entusiasmó con su magnetismo peculiar a toda la concurrencia. Silencio absoluto. Sólo, su corazón henchido, sus sentimientos a través de sus palabras fueron desgranando con una locuacidad y matización todo lo que para ella es y será siendo lo que se gesta y se concibe la NOCHE del CINCO de ENERO.
       Fueron fragmentos, de poesía, de prosa con un toque celestial que sólo los elegidos pueden transmitir. Prado, emocionó con su talento, con su cálida y dulce voz. Era tanta la belleza que exhalaban su palabras que un halo mágico se apoderó de todos nosotros que extasiados contemplábamos con intensa admiración.
       Prado, ¡ojalá! fuese un erudito y pudiese transmitir todas las emociones que durante tu oratoria sentí.
       No me avergüenzo decir que una lágrima traidora surco mi mejilla.

       Prado, mil gracias.