Ha tenido que tomar una drástica decisión la Real Academia Española (RAE) para que no se agreda más la figura de nuestro insigne e ilustre Miguel de Cervantes Saavedra, Rey de las Letras Españolas. La mayoría de los políticos usan este término para no herir la sensibilidad del sexo femenino y captación de sus votos e incurriendo en un daño sin paliativos a nuestra GRAMÁTICA ESPAÑOLA.
Un político aunque sea el regidor de una pedanía debería poseer una cultura sólida, que usara correctamente la sintaxis, la semántica y la ortografía. ¡No a las vulgaridades! Ahora está de moda eso de "las actuaciones" "casos puntuales" "estamos dispuestos a conseguir en plazo breve nuestros planes". Todo esto es faltar a la verdad. La mayoría son promesas incumplidas y al final lo que importa “mi sueldo” durante cuatro años y con aspiraciones a otro período. Al menos así lo percibo. Aunque no todos los políticos practican esta praxis...pero, SÍ muchos.
Cuando se dedican a propagar las lindezas de su partido optan por las manidas "nos hemos rebajado la retribución todos los políticos para sanear la economía que estaba inmerso el equipo del gobierno anterior". "Hemos optado por figurar en las listas electorales para solucionar, sin ánimo de lucro, los problemas que han “arrastrao...”. ¿Voluntad de sacrificios o miras de intereses?
Vosotros os lo creéis, sinceramente, yo ¡NO!
