Siempre
soñé que algún día encarnaría la figura de Rey en la Cabalgata
de más solera de España. Ha transcurrido el tiempo, los años y
este hecho tan transcendental en mi vida se ha hecho realidad. Es
un privilegio que he disfrutado con mucha intensidad y quedará en mi
recuerdo para siempre.
De
veras carezco de palabras para expresar mis sentimientos cuando ya en
la Casa de los Reyes tuve la dicha de charlar con los niños. Sus
miradas plenas de ingenuidad me llegaron al alma.
Sus
ojos expresivos me enviaban unas energías de dulzura que me
embargaban de dicha. Nunca podía imaginarme que un niño tuviese el
magnetismo de conmoverme, de sentir la llamada noble de unos infantes
que deseaban que su Majestades, procedentes de Tartesos (Occidente)
les colmasen sus ilusiones. Allí estaba presto el Rey Melchor para
obsequiarles con los diversos juguetes que habían solicitado.
Cuando
comenzó el Cortejo Real a caminar por las encaladas calles de
nuestro pueblo y miles de personas expectantes esperaban a sus
Majestades para recoger los ansiados caramelos, me sentí que
levitaba, es decir, que flotaba en el ambiente como si fuese una
nube. ¿Yo era Óscar? En aquellos momentos dejé volar mi
imaginación y sentí que me había transportado a un mundo irreal,
un mundo de fantasía, un mundo de ilusión, un mundo mágico donde
toda la ingente multitud eran niños. Y los niños poseen inocencia
, pureza, candor e ingenuidad. Carecen de egoísmo. Carecen de
maldad. Y así querría que fuese esta sociedad:
Solidaria,
tolerante y generosa. Aunque sea una utopía, ¿llegará ese día?
Dice
una máxima que las emociones pueblan nuestro caminar y sí
sabemos vivírlas nos nutren permanentemente. Estas vivencias
emotivas en mi efímero REINADO, serán recordadas como un
acontecimiento excepcional y nutrirán mi caminar para toda mi
existencia.
En la parcela de reconocimientos, gracias, mil gracias a todos los que de una forma u otra habéis contribuido a que la Carroza del REY MELCHOR sea un éxito. Y sobre todo mi agradecimiento más efusivo, al artista que con su talento la diseñó y creó para disfrute del maravilloso trabajo que puso en escena y fue la admiración de todos: ANTONIO RUIZ. Gracias amigo. Un abrazo.
En la parcela de reconocimientos, gracias, mil gracias a todos los que de una forma u otra habéis contribuido a que la Carroza del REY MELCHOR sea un éxito. Y sobre todo mi agradecimiento más efusivo, al artista que con su talento la diseñó y creó para disfrute del maravilloso trabajo que puso en escena y fue la admiración de todos: ANTONIO RUIZ. Gracias amigo. Un abrazo.