miércoles, 1 de diciembre de 2010

SONATA DE MOZART


Escucho en silencio la música que irradia de un rincón de mi casa, Sonata KV 304 de Wolfgang Amadeus Mozart. Embarga mis sentidos. Las sensaciones que percibo es de levitación. No piso la tierra. Me elevo lentamente disfrutando de esta partitura musical. Los violines son ángeles celestiales que rozan las cuerdas con sutiles movimientos. Música del alma. Música de ensueños. Ebrio de entusiasmo me abandono a su pentagrama mágico. Mi corazón late con vehemencia. Quiere penetrar en el virtual mundo de los acordes de una partitura. El se siente exultante, feliz al percibir que yo estoy henchido de gozo.
¡Qué riqueza de espíritu!

La MÚSICA es un idioma universal. Nos sentimos, todos, identificados con ella.
¡AMANSA a la soberbia, estimula la HUMILDAD!.

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