viernes, 11 de octubre de 2013

REFLEXIÓN DE UN PROGENITOR


  Para un individuo como el que suscribe, carente de conocimientos básicos para emprender una tarea literaria, resulta altamente difícil, realizar un estudio descriptivo de la imagen física, psicológica y ética de una persona. Podrás discernir superficialmente de lo estrictamente positivo o negativo, pero jamás podrás profundizar en conceptos que presente ciertos complejos, porque incurrirías en errores al realizar jucios de valor sin la consistencia adecuada. Pero de lo que trata no es de realizar una instantánea exhaustiva de su imagen, sino de acercarse caprichosamente a ese ente y tratar de estudiar, de calibrar, desde mi objetividad más trasparente, los pros y los contras.

 Si caminas por el bosque y observas en la estación primaveral las flores, te darás cuenta con la perfección que están rematadas.
 Son obras que sólo exclusivamente la NATURALEZA es capaz de crear. Te invito a que cortes una con sumo cuidado. No importa el tamaño ni el color. Acércatela con mimo a tu rostro y huélela. Obsérvala con detenimiento. Independiente de exhalar un grato perfume, su belleza te sorprenderá y si reflexionas unos instantes, entenderás el milagro que se produce con esa diminuta flor que tienes en tus manos. Ha germinado hasta que se ha hecho flor. Ha transcurrido un período de gestación suficiente para que la OBRA se configurara y quedara plasmada en la belleza que estás contemplando.

 Si extrapolo todo este proceso a tu creación como mujer, dará el resultado idéntico, pero con conciertos matices que hago figurar. La flor carece de ojos profundos, verdes como la pradera, brillantes como Venus y una mirada límpida que llega de lo más interior de tu ser, como la posees tú, Esther. Tu frágil figura se cimbrea como un ramo de nardos cuando están en todo su esplendor, como un junco es mecido por el viento o la ola marinera que acaricia la dorada arena de la playa. Toda esta conjunción de sabores no la goza la flor que tienes entre tus manos. Tú tienes belleza, posees sensibilidad y un carisma peculiar. Abunda en ti la perspicacia, ingenio fino, sagaz y sutil. Captas el más ínfimo detalle que se produzca en su territorio. Eres amigo de aquellos que te han brindado su amistad. Te sientes dañada, quizás por tu desorbitada sensibilidad, ofendida cuando observas o te manifestan algo que consideras no eres merecedora. Por mor de una nimiedad, afloran a tus aterciopeladas mejillas unas fugaces lágrimas. La susceptibilidad que deberías ir erradicando, hace que en situaciones normales, te torne irascible. Necesitas la aprobación de los demás para sentirte segura, de ahí la presunta timidez que aparentas. Afortunadamente estás en proceso de recuperación. 
  
Te recomendaría como progenitor, si me lo permites (¡claro que me lo permites!), que hicieras caso omiso a las valoraciones de los demás. Tú como persona tanto física como intelectual, atesoras méritos como para triunfar en la vida y no necesitas la aprobación en absoluto de nadie. Tienes una personalidad muy acusada que, foméntándola, dará su fruto de inmediato. La autoestima es prioritaria en el discurrir de la vida. Si ésta no se pone en práctica, difícilmente obtendrás reacciones positivas. Llévala a cabo y actúa como eres: una persona poseedora de valores inmensos, capacidad intelectual digna de todo encomio y un físico, que seguro muchos, suspirarán por él. 
 Cuando estés contemplando tu figura en el espejo, autoelogiaté por haber tenido la suerte se ser como eres. Mírate profundamente a los ojos y hallarás un brillo y un poso de belleza que te sorprenderá. Dios te lo ha donado . Deshecha la idea de parecerte a nadie. SÉ COMO ERES. Una criatura deliciosa que emana dulzura, bondad y genio. Bastante genio. Pero esta característica no es negativa, forma parte de tu naturaleza y tienes que aceptarla. En todo esta exposición no ha hablado un padre, ha hablado un AMIGO.

1 comentario:

  1. Muy bien, casi perfecto sólo corregiria donde dice afortunadamente estas en proceso de recuperacion, seria más correcto decir en proceso de superacion. A.M.M.

    ResponderEliminar